Posada de las Noctilucas, un barco navegando por las aguas del Cabo
- Fotos & Texto MAREAVIVA
- 29 dic 2015
- 2 Min. de lectura
En el extremo de la playa norte del Cabo Polonio y bien cerquita de las rocas del faro, se encuentra la Posada de las noctilucas, un alojamiento de espíritu sereno para pasar los días en este lugar tan mágico.
A unos pocos metros del agua, entre el faro y las barcas que salen de madrugada a pescar, el vaivén de la hamaca paraguaya me mece mientras guardo en mi retina una de las mejores vistas de la luna llena que vi.
Sin dudas este living de galería al mar es uno de los espacios de visual más privilegiada, similar a la proa de un barco que va a zarpar en cualquier momento, y donde se ve completa la bahía sur del Polonio.
Por la noche, el sonido de vida del mar se vuelve un rugido oscuro y al traspasar la puertita que conecta este espacio de sillones y brisa entramos a los camarotes: habitaciones de barca que de noche se iluminan con los destellos de la luz led característica de este pueblo que mezcla rusticidad con evolutividad.
El hospedaje tiene como fin ser un espacio sereno de disfrute de la esencia del lugar, tanto para jóvenes como para adultos. Es por eso que las habitaciones son compartidas y matrimoniales. Las compartidas son cuatro: una con seis camas y otras tres con cuatro camas; las matrimoniales son seis, tres de las cuales tienen vista al mar. Todas tienen baño compartido y duchas con agua caliente-caliente.
El desayuno con pancito casero amasado por Vicky se disfruta cada mañana mirando el mar.
La Posada fue anteriormente una taberna (El Sargento García) hasta que hace cinco años mutó a hospedaje. Está a cargo de tres dueños, a dos de los cuales conocimos en vísperas de Navidad: Fabiana y Omar; mientras que el staff lo conforman Mateo, Marcia y Vicky.
Tiene el mar y los atardeceres al norte mientras que el faro es el vigía al sur.
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